«Cada una de nosotras somos partes de una Conciencia Suprema, de una
arácnida deidad de setenta y ocho vértices cuyas combinaciones son
infinitas, de un impensable que al manifestarse se presenta como un sólo
ser andrógino: Soy el diamante que habita en tu alma. ¿Me reconoces?
Soy Yo, el Tarot.»
El Tarot, en cada Arcano, nos dice.
¿Pero qué dice cuando agita su polifurcada lengua?
Silencio.
Infinito abismo de paz,
esa es su voz.
¡Eterno Andrógino,
celeste mar,
subterráneo cielo,
escúchanos,
somos tus hijos,
los desterrados por el Creador,
aquí estamos para ser recogidos
por tu amor sin límites.
¿Nos reconoces?
Somos nosotros,
tus infinitos arcanos,
Somos Nosotros, el Tarot!
¿Pero qué dice cuando agita su polifurcada lengua?
Silencio.
Infinito abismo de paz,
esa es su voz.
¡Eterno Andrógino,
celeste mar,
subterráneo cielo,
escúchanos,
somos tus hijos,
los desterrados por el Creador,
aquí estamos para ser recogidos
por tu amor sin límites.
¿Nos reconoces?
Somos nosotros,
tus infinitos arcanos,
Somos Nosotros, el Tarot!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario