miércoles, 24 de agosto de 2016

Jung y el tarot

"La psicología que tiene origen en Jung ha experimentado una gran demanda en las dos últimas décadas del 70 al 80. Se identifican las Sociedades e Institutos abiertos a todo público; se describe la formación que reciben los candidatos a profesionales de esta Psicología, los problemas de selección y de formación, las "escuelas" originadas en Jung, la tipología y sus aplicaciones, la extensión interdisciplinaria de esta Psicología, el sorprendente aumento en la demanda de obras junguianas especializadas y en las revistas. La obra de Jung dirige al hombre hacia la experiencia de lo psicológico colectivo que hay en cada individuo, en un momento en que esa experiencia, gracias a las comunicaciones, empieza a activarse. Es así posible a cada hombre descubrir un significado transpersonal en sí mismo, que lo inserta en el universal proceso hacia el Anthropos.
Carl Gustav Jung (1875-1961), el psiquiatra de Zürich parece que tiene algo importante que decir al hombre de hoy. El mundo está descubriendo a Jung. No siempre el interés conecta con lo más sólido de su investigación, sino con especulaciones que las corrientes esotéricas aprovechan superficialmente. Atención seria se está dando a lo que Jung tiene que decir, en esta edad de incertidumbre y agitación, sobre la experiencia religiosa universal, sobre el procesode individuación que conecta al hombre con su dimensión transpersonal, antropológica, sobre el lenguaje simbólico, sobre la imaginación, sobre terapias vivenciales.
Mucha gente recibe ayuda de las ideas de Jung, aun cuando no busquen en él terapia.
En las instituciones se establecen objetivos que expresan de muchas maneras lo que es específico de lo que sería extensión de la Psicología Analítica. Algunos objetivos de las instituciones junguianas están fraseados, reflejando la situación de la gente que acude a esas instituciones: "experimentar el crecimiento posible por una apertura al inconsciente", "introducir a la vida simbólica", "descubrir el significado interior del teatro"; "explorar las dimensiones religiosas del pensamiento de Jung"; "ayudar al participante a encontrar un fundamento religioso y psicológico del ser"; "ayudar a los individuos en su búsqueda de una plena experiencia y expresión de la vida"; etc.."

Fermín Sáinz S.J.

Dpto de Psicología y Educación 

Universidad Centroamericana José Simeón Cañas 

De entre toda la información que encontré acerca de el tarot, aquella que llamó mas mi atención fue la relacionada con los arquetipos y el inconsciente colectivo, conceptos de los que solo tenia un concepto vago, aunque Jung no está relacionado direcatmente con el tarot, a pesar del "tarot junguiano" y demás inventos de terceros, no es posible searar estos conceptos una vez que se ha visto un poco de cada uno de ellos, pues en el tarot se encuentra un resumen muy sintetico de lo que son los diferentes tipos d epersonalidad así como los conceptos universales que rigen nuestras interacciones internas y externas a tra vez de la historia del hombre, pues conceptos tan universales como los gobernantes, los encargados del culto espiritual, la justicia, la fuerza o la templanza, son represantados aquí en sus formas mas simples y abiertas a interpretación posible, una concentración de simbolos pictograficos y númericos permiten sintetizar la estructura de la relación cuerpo-mente-inconciente todo a travez de un juego con el "azar" eso con lo que dios no juega en palabras de Einstein, como se logra esta identificación o proyección en una lectura de cartas es algo que no puede explicar mas que el corazón por medio de sensaciones.

"El arquetipo es el concepto más fundamentalmente ontológico de todos los conceptos de Jung. Tiene la ventaja de la precisión y es, también, indefinible y abierto. Los arquetipos son los órganos de la vida psíquica. Lo arquetípico es anterior a lo analítico... Se buscan fantasías arquetípicas dentro de los "modelos" y de la "objetividad"... No llegar a ese nivel arquetípico sería permanecer en lo psicológico, una tendencia a atribuir demasiado a lo humano y lo psíquico. Es nuestra responsabilidad evitar esa tendencia cuando hay cuestiones que no son nuestras sino arquetípicas, o sea, histórico-míticas-psicoides, -o "instintivas"... la humanización de los "dioses", de los dominantes impersonales, humanismo secularizado curando a la psique mediante relaciones humanas y "humanizando"... Lo inverso es mejor: conectando al hombre con sus dominantes impersonales, i.e. con los mitos, que son la historia de los dioses, sus fantasías y sueños, sus sufrimientos y patología ... así desde tiempos arcaicos, "la pluralidad de las formas arquetípicas refleja el nivel pagano de las cosas, lo que podría ser una psicología, politeista... Ella posibilita, muchas variedades de consciencia, estilos de existencia, modo de hacer alma, liberando así la individuación de estereotipos de un ego en el camino a un self. Al reflejar esta pluralidad y libertad de estilos dentro de las estructuras del mito, la perspectiva arquetípica hacia la experiencia puede ser mejorada" (Hillman, 1970). 

Es imposible negar con la práctica de la lectura a uno mismo y a otras personas como aparecen en la vida cotidiana reflejandose cada uno de los arquetipos según la percepción que se tiene de ellos, hay algo en el arte pictorico del tarot, reflejado sobre todo en el tarot de marsella, que permite a las figuras en su aparente deformidad lograr distintos efectos a la vista, según el angulo, las miradas por el rasgo de los ojos adquieren distintas actitudes, vistas desde una receptividad total a la sensación, se establece un dialogo semimudo, apagado y escueto pero solo en prinicpio, un dialogo acerca de lo que vemos en ellas, aquellas sentencias que nos hacemos acerca de las cartas, las preguntas que se nos sucitan al ver las diversas actitudes y direcciones que toman los personajes y los simbolos, en una tirada asistimos a un despliegue de simbolos azarosamente acomodados que parecen interactuar siempre entre si, como una especie de película inmovil y muda, un comic podria parecer, mas aquí los dialogos se limitan al nombre de sus personajes y los diferentes juegos fonéticos que podamos hacer con ellos, asistimos a visualizar transmutaciones casi milagrosas, como copas que a la carta siguiente se han convertido en monedas de oro, bastos que son cambiados por espadas o copas bloqueando espadas, un rey de oros encontrandose con el amor en el amorio con una mujer llena de caridad, o un proyecto convertido en una casa con sus cuatro paredes, podemos ver el momento en que una persona se guarda en la seguridad del compromiso emocional aún a riesgo de disminuir la alegría de un triangulo sentimental indefinido, o quizás también como huye de el o ¿Por qué no? como se refugia en el, todo es posible dentro de las infinitas variables que puede tener cada persona para el concepto de compromiso emocional, es el momento exacto de la pregunta el que determina cual es lo que al limitado juicio del lector resulta lo mas conveniente, de ahí la importancia de entender el concepto de bienestar, no de uno, ni de otros, si no solo el BIENESTAR, un estado que se encuentra mas allá de la percepción personal y social y los conceptos que sobre ella se han encimado, un estado que tiene que ver con la aceptación de la vida con todos sus aspectos positivos y negativos y un entendimiento de estar dentro de ella y conteniendola a la vez dandonos un papel importante en el todo, por insignificantes que podamos parecer para ese todo.

miércoles, 17 de agosto de 2016

Los abordajes del tarot

Los abordajes del tarot

Con el transcurso de las semanas en el estudio del tarot he logrado diferenciar dos grandes abordajes de este libro, el esóterico y el terapéutico, ambos metodos abordan el tarot desde muy bien cimentados estudios, cada cual en su materia, por exponentes reconocidos y es que no se puede negar que esta diversidad de visiones de la misma cosa reafirma el caracter universal y personal del tarot, he percibido algunas fuentes fundamentales de conocimiento en cuanto a su estructura y funcionamiento, como la cábala, presente en las dos visiones mas generales, de la misma manera que la númerologia, ciencias antiguas que guardan una enorme similitud y/o relación, tomando además una multitud de elementos de la teología cristiana, así como de la astrologia y de las distintas filosofias de civilizaciones antiguas.

   Mas allá del misterio de su origen y nombre, de si realmente estas cartas figuraban en el templo de gizeh, es obvio que para cuando en el siglo XIV aparecen los tarots de marsella mas viejos que conocemos, todas estas simbologias estaban ya asentadas en este tarot que poco cambia con los siglos, siempre manteniendo la simpleza de un juego de cartas, del que se viene mencionando desde el siglo XII en distintos informes eclesiales,políticos y sociales de la época, lo que solo sirve para darnos una idea de la edad de este arte, que invariablemente viene de tiempos en que el conocimiento era uno solo y simple, díficil de transmitir por las limitaciones de la época pero no por ello menos válido.

No son pocos los historiadores, psicólogos o magos que afirman que su invención o desarrollo viene de la epoca mas obscura de la edad media momento en que los mas sabios de las corrientes de pensamiento predominantes en ese entonces, quienes al final eran los poseedores y administradores del conocimiento, al temer la dominación y obscurantismo por medio del control del conocimiento, se dedicaron a plasmar en estas 78 cartas un compendio de los distintos procesos que el hombre lleva a cabo o que le afectan externamente en el transcurso de su vida; para ese entonces los principales centros religiosos se encontraban enriqueciendose gracias al culto de personas incapaces de acceder al conocimiento que permitiera su desarrollo y adiquisición consecuente de recursos, era este quizás el peligro que vieron aquellos que de verdad entendian la base de todo el conocimiento que al final trasciende religiones o ideologias, se asegura que en la antigüedad previa a las cruzadas, motivadas por crisis ecónomicas, las religiones, convivian en paz en un mundo donde había definivamente males mayores y mas mundanos, que la manera de pensar, un mundo en donde todas las ciencias se agolpaban en la simple adquisición de conocimiento y su aplicación en el mundo, principal aspiración humana, era la ciencia tan sintética entonces que quienes la conocían, entendian sobre todo, estableciendo desde entonces ese dominio consecuencia del poder que es el conocimiento.

Cuanto mas se adentra uno en cualquier clase de enfoque cuántico, "oculto", "mágico", desde la psicología o la religíon, se da uno cuenta que se perciben los mismos principios de todas las ciencias tradicionales modernas solo desde un enfoque distinto dando cavida, por la infinidad de organizar sus multiples grupos de cartas las variantes infinitas que permiten en sus cálculos a eso que por costumbre llamamos "dios", (concepto muy distinto para estas personas, mas concientes de por que el mismo concepto de dios debe llamarse diferente para cada quien) estos son cálculos que solo la fuerza del inconciente puede hacer amparada de la "irracionalidad" del "azar" que todos percibimos; de esta manera, inconciente, dios interno, dios externo, buda, alá, yavhe, ometeotl, iod he vau he, son solo los distintos nombres del mismo concepto de unidad que quiźas nos viene en los atómos desde el bigbang, ese juego que todos jugamos, aunque no entendamos del todo, del que todos sabemos las reglas pero no como aplicarlas, es para mi el tarot la linterna de nuestro interior y su relación con el infinito desde cualquiera de las ventanas que se le quiera ver.

Papus y el tarot

Papus y el tarot


    Dejo aquí un extracto de la presentación del libro de PAPUS el tarot de los bohemios una obra tradicionalmente aceptada como uno de los mayores tratados sobre el tarot, en este libro el autor explica el tarot desde el abordaje de las ciencias ocultas dándole al tarot un tratamiento basado en la cábala judía, el libro es extenso y complicado en muchos conceptos filosóficos para los que el lector requiere de un estudio previo de las doctrinas teológicas y filosóficas predominantes en occidente en aquel entonces (siglo XIV-XIX) aún así el autor da una breve explicación acerca de la cábala y la númerologia en el tarot, específicamente el de marsella, el cual es ampliamente relacionado al pueblo gitano, o el pueblo bohemio como es referido en este libro, su manera de presentarlo me parece impresionante, simple y certera, es un libro que es muy recomendable leer cuando se quiere profundizar en el estudio de esta máquina "simple y monumental como las pirámides" como se le ha referido.




     Estamos en la víspera de una transformación total de nuestros métodos científicos. El materialismo ha dado cuanto era posible esperar de él y los investigadores, desilusionados en su mayoría, esperan del porvenir lo suficiente como para no descansar por más tiempo sobre los errores del presente. El análisis ha sido llevado, en todas las ramas de nuestros conocimientos, tan lejos como era posible; lo cual no ha hecho más que aumentar la profundidad de los barrancos que separan las ciencias.
      La síntesis es necesaria; mas, ¿cómo realizarla? Si nos dignamos abandonar por un instante nuestra creencia en el progreso indefinido y en la superioridad fatal de las nuevas generaciones sobre las antiguas, descubriremos fácilmente que las colosales civilizaciones del pasado tuvieron también una ciencia, universidades y escuelas.
      La India y el Egipto están todavía sembradas de restos preciosos, que revelan al arqueólogo la existencia de esta ciencia antigua. En la actualidad nos hallamos en condiciones para afirmar que la característica dominante de esta enseñanza era la síntesis, la cual reunía en algunas leyes muy simples la suma de todos los conocimientos adquiridos. Es importante enumerar las causas que nos han hecho perder esta síntesis, casi por completo. Antiguamente la ciencia era enseñada a ciertas personas apropiadas que habían logrado salir airosas de una serie de pruebas. Esta enseñanza se realizaba en el templo, bajo el nombre de misterios; el sabio tomaba entonces el título de sacerdote o iniciado. La ciencia era otrora secreta u oculta; de aquí el nombre de ciencia oculta, conferida por los contemporáneos a la síntesis antigua.
Otra causa que explica la poca difusión de las elevadas enseñanzas está representada por la falta de medios de transporte y por las extensas rutas que era necesario recorrer para alcanzar los más importantes centros iniciáticos.
Sin embargo cuando los iniciados presintieron que se aproximaba el momento en el cual todos sus conocimientos quedarían definitivamente perdidos para la humanidad, apelaron a todos los medios imaginables para salvar a la síntesis de la destrucción que la amenazaba.
Para ello se les ofrecía tres medios principales:
1° Las sociedades secretas, continuación directa de los misterios.
2° Los cultos, expresión simbólica de las elevadas enseñanzas, para el vulgo.
3° Por último, los mismos pueblos, transformados en inconscientes depositarios de la
ciencia.
Veamos qué ha hecho cada grupo del depósito que le fuera confiado.

LAS SOCIEDADES SECRETAS

La escuela de Alejandría constituyó la fuente principal de la que emanaron las sociedades secretas occidentales. La mayoría de los iniciados se habían refugiado en Oriente, y hace relativamente poco tiempo, fue revelado al Occidente que en la India, y sobre todo en el Tibet, algunas fraternidades ocultas conservaban intacta la síntesis antigua. Pero la existencia en Oriente de dicha ciencia nos interesa menos que la historia del desarrollo de las sociedades iniciáticas en el Occidente.
Las sectas Gnósticas, los Árabes, los Alquimistas, los Templarios, los Rosacruces y, por último, los Masones, forman la cadena occidental de transmisión de la ciencia oculta.
Una simple ojeada sobre las enseñanzas de estas asociaciones nos permitiría comprobar que la Masonería actual ha perdido casi por completo el sentido de los símbolos tradicionales, que constituía precisamente el depósito que debía transmitir de edad en edad.
Todas las ceremonias del ritual aparecen ridículas al grosero sentido común del abogado o del tendero, vivientes representantes en la hora actual, de las profundas enseñanzas de la antigüedad.
Debemos, no obstante, hacer algunas excepciones en favor de ciertos grandes pensadores,tales como Ragon y algunos otros.
En resumen, la Masonería ha perdido el depósito que le fuera confiado, y, ella sola, no puede darnos la ley sintética que buscamos.

LOS CULTOS

Las sociedades secretas debían ante todo transmitir en su simbolismo el aspecto científico de la iniciación primitiva, en cambio las sectas religiosas debían dar preferencia al lado filosófico y metafísico de la enseñanza.
Todo sacerdote de un culto antiguo era un iniciado, es decir que sabía perfectamente que no existía más que una sola religión y que la diferencia de los cultos respondía a la necesidad de adaptarla al temperamento de cada pueblo en particular.
De lo dicho se desprende una consecuencia importante, y es que el sacerdote de un dios, cualquiera que éste fuera, era honrosamente acogido en el templo de cualquier otro dios e invitado a ofrendarle sacrificio. Sin embargo, sería un lamentable error ver en esto una prueba de politeísmo. El gran sacerdote judío de Jerusalem recibió en el templo a un iniciado, Alejandro el Grande, y lo condujo al sagrado santuario para ofrecer un sacrificio.
Nuestras querellas religiosas por la supremacía de un culto determinado habría hecho reír a un sacerdote iniciado, de la antigüedad, incapaz de concebir que hombres inteligentes puedan ignorar la identidad de religión expresada por todos los cultos.
Semejante sectarismo, defendido por dos cultos ciegos para sus propios errores: los cristianos y los musulmanes, es la causa que motivó la pérdida total de la enseñanza secreta, que daba la clave de la unidad sintética.
Desde luego sería más fácil encontrar la síntesis en la Masonería que en nuestras religiones occidentales.
Tan sólo los Judíos poseen, si no el sentido, al menos la letra de su tradición oral o cábala.
La Biblia escrita en el idioma judío constituye, desde este punto de vista, una verdadera maravilla. Contiene todas las tradiciones ocultas, pero el verdadero sentido de la Biblia no ha sido jamás revelado. Solamente los trabajos de Fabre D' Olivet han dado comienzo a esta tarea prodigiosa y la traducción del Génesis ha sido al fin reconstituida por Saint Yves d'Alueydre en su "Teogonía de los Patriarcas". Los ignorantes descendientes de la
inquisición, cuya sede está en Roma, han puesto en el índex estos estudios. El porvenir los juzgará.
No obstante cada culto tiene su tradición, su libro, su Biblia que enseña, a los que entienden, la unidad de ese culto con todos los demás.
El Sepher Bereschit de Moisés es la Biblia judía, el Apocalipsis y el Evangelio Esotérico forman la Biblia cristiana, la Leyenda de Hiram es la Biblia masónica, la Odisea la del pretendido politeísmo griego, la Eneida la de Roma, en fin, los Vedas hindú y el Corán musulmano son demasiado conocidos para hablar de ellos.
Cuando se posee la clave, todas estas biblias revelan una misma doctrina.
Esta llave, que puede abrir el esoterismo, está perdida para los sectarios de nuestros cultos occidentales. Por lo tanto es inútil buscarla entre ellos.

LOS PUEBLOS

Los sabios no se habían hecho muchas ilusiones respecto al porvenir de esta tradición confiada a la inteligencia y virtud de las generaciones futuras.
Moisés había elegido un pueblo para preservar a través de las edades el libro que resumía toda la ciencia del Egipto; pero antes de Moisés, los iniciados hindúes eligieron otro para transmitir a las generaciones venideras la enseñanza primitiva de las grandes civilizaciones de la Atlántida.
El pueblo no ha burlado jamás las esperanzas de aquellos que depositaron en él su buena fe. Ignorando las verdades que posee, no se preocupa de alterarlas en lo más mínimo y considera un sacrilegio el más leve atentado contra su depósito.
Así es como los Judíos nos han transmitido, intactas, todas las letras que forman el Sepher de Moisés. Pero Moisés no resolvió el problema en la forma magistral como lo hicieron los Tibetanos.
Entregar a un pueblo un libro para que lo adore y lo conserve intacto, está bien; pero dar a un pueblo un libro que le ayude a vivir, es todavía mejor.
El pueblo encargado de transmitir, desde la más lejana antigüedad, el conocimiento oculto, es el pueblo bohemio.

LOS BOHEMIOS

Los bohemios poseen una biblia; esta biblia les facilita el diario vivir, pues con ella predican la buenaventura; esta biblia es también un motivo continuo de ocio, puesto que les permite entretenerse jugando.
Sí, ese juego de cartas denominado Tarot, que poseen los bohemios, es la biblia de las biblias. Es el libro de Thot-Hermes-Trismegisto, es el libro de Adán, es el libro de la revelación primitiva de las antiguas civilizaciones. Cuando el Masón, hombre inteligente y virtuoso, ha perdido la tradición; cuando el sacerdote, hombre igualmente inteligente y virtuoso, ha perdido su esoterismo; los Bohemios, hombres ignorantes y viciosos, nos dan la clave que nos permitirá explicar todos los simbolismos.
¿Cómo no admirar la sabiduría de estos iniciados que han utilizado el vicio y le han hecho producir, desde el punto de vista del bien, mejores resultados que a la virtud?
Este juego de cartas de los bohemios es un libro maravilloso, como acertadamente lo ha observado Court de Gébelin y sobre todo Vaillant. Este juego, con el nombre de Tarot, Torá, Rota, ha formado sucesivamente la base de la enseñanza sintética de todos los pueblos antiguos.
Allí donde el hombre del pueblo no ve otra cosa que un simple pasatiempo, los pensadores vuelven a encontrar la clave de esta oscura tradición. Raymond Lulle basa su Ars Magna sobre el Tarot y logra reemplazar el cerebro humano con el automatismo de aquél; Jerome Cardan escribe sobre las claves del Tarot un tratado de la sutilidad; Guillaume Postel halla en el Tarot la llave de las cosas ocultas y Louis Claude de Saint Martin, el filósofo desconocido, ve descriptos en ellos los lazos misteriosos que unen a Dios, el Universo y el Hombre.
Es gracias al Tarot que hallaremos y desarrollaremos esta ley sintética encerrada en todos los simbolismos.

PAPUS