El tarot

¿QUÉ ES EL TAROT?

En su forma externa el Tarot es una baraja de 78 cartas, usadas en el sur de Europa para juegos de adivinación. Posteriormente introducido en Europa por los gitanos el Tarot se utiliza como método de detección y predicción por inspiración, ya que sus enseñanzas se refieren a dos mundos: el oculto y el manifestado. Estas cartas fueron conocidas primero en Europa al final del siglo catorce, cuando eran usadas por las gitanas españolas. Se emplea para la adivinación, para la meditación, en la magia ritual, en asociación con la cábala y además como poderoso agente psicológico-terapéutico en el análisis de los consejos psicológicos. Todas las investigaciones reconocen al Tarot como una de las más perfectas formas de interpretación, tanto para revelar misterios del inconsciente, como para las cosas de la vida cotidiana, ya que revela siempre cosas ocultas y ofrece al consultante los más sabios consejos, encontrando el problema y de ésta manera aparece la solución.
Este mazo de cartas, en la opinión de muchos investigadores, representa el Libro jeroglífico Egipcio de 78 tablillas, que llegó a nosotros casi milagrosamente.
La historia del Tarot es un gran rompecabezas. Durante la Edad Media, cuando éste apareció por primera vez “históricamente”, había una tendencia de construir sistemas sintéticos, simbólicos o lógicos del tipo de la Ars Magna de Ramón Llull. Pero producciones similares al Tarot existen en China e India, así que no podemos pensar que sea uno de esos sistemas creados durante la Edad media en Europa. Aunque su origen está en el olvido y el propósito de su autor o autores es completamente desconocido, no hay duda que es el más completo código de simbolismo Hermético que poseemos. Uno de los defensores de la idea de que el Tarot viene desde el antiguo Egipto, fue Antoine Court de Gébelin (un ilustrador francés, teólogo y francmasón) que publicó un libro (en 1781) como resultado de dos décadas de investigaciones, Le monde primitif, donde declara que el Tarot es un antiguo libro egipcio, obra del Dios Thot, y donde se reúne la alquimia con la cartomancia. Uno de sus seguidores, Etteilla (usaba este pseudónimo) crea un Tarot Egipcio junto con varios libros, El Libro de Thot (1783), donde le suma también la Cábala Hebrea. Posteriormente, Eliphas Levi y Papus le dan el valor numérico, y así quedaría conformado el tarot con su simbología alquímica, cábala hebraica y numerológica.
La adivinación por medio de las cartas tampoco es un mito ni un engaño. Lo que
muchas veces se nos presenta es que existen individuos despojados de toda
barrera moral o ética y se disponen a utilizar las cartas más bien con propósitos
lucrativos que con un interés realmente edificante, beneficioso y caritativo.
Por lo demás si no se ha contado con un guía experimentado, ni se han consultado obras serias para encarar ese género de actividad, lo más probable es que el resultado sea el error, el extravío y, en la mayoría de los casos, el engaño yel fraude. 
Si las cartas del Tarot se toman a la ligera, es posible que se produzca más daño
que beneficio, no sólo en el consultante sino también en el operador.
También es cierto que cada una de las figuras, contienen muchos elementos útiles para realizar test relacionados con la psicología, y este tal vez haya sido el uso que se le dio en su origen.
Sirve para analizar la mente y el espíritu.
Saca del subconsciente temores y angustias.

OBJETIVOS DEL TAROT

El Tarot está integrado por símbolos de nuestro inconsciente colectivo, combinados entre sí, de manera que nuestras experiencias diarias adquieren un sentido espiritual.Además sabemos que somos dueños de nuestro destino a nivel inconsciente, de allí que aún es un misterio para nosotros qué contiene ese 97% de poder que nos dirige pero que permanece oculto. Por lo tanto recurrimos a los planetas y las estrellas para saber algo del plan que el inconsciente ha elaborado para nosotros.
Aunque se considere que el tarot es fundamentalmente un método de adivinación,es mucho más que eso. Puede usarse como medio para reflexionar, para conocerse a uno mismo y para desarrollar la creatividad. Sus imágenes tienen gran valor creativo y terapéutico. El Tarot es un libro de la vida, un libro de sabiduría. Al conocer el tarot nos conocemos a nosotros mismos.

ENFOQUE PSICOLÓGICO DEL TAROT

Utilizado con un enfoque psicológico podemos resolver muchos de nuestros problemas, aclarar dudas y encontrar soluciones. A veces nos ayuda a comprender y otras a aprender, o a manejar situaciones cuando el consultante está convencido que el Tarot puede ayudarlo, y cuanto más confianza tenga, más positivo será el resultado que obtenga de una consulta, ya que es muy importante su energía y su mente, para acrecentar la intuición del tarotista en la lectura del Tarot, ya que de esta forma se logra tener un panorama más claro en las conclusiones a que se arribe. El sabio lenguaje de los 78 Arcanos, nos alertará sobre sucesos del futuro y los caminos más convenientes a seguir, así también como nos alertarán sobre inconvenientes, problemas o trabas, y nos marcarán los cambios favorables o posibles soluciones.
Es muy importante siempre el pensar en positivo y tener confianza en la ayuda
que puede brindarnos el Tarot, que nos conducirá por esos senderos cuyo fin es
ayudar a poner en claro, a cambiar cosas o a modificar algunas circunstancias,
aún en los momentos más difíciles, o de más desesperación.
Debemos aprender que de nada vale tener una actitud negativa o trágica frente a la vida, siempre es mejor buscar caminos que nos ayuden, buscar orientación y consejo de las personas que corresponda, y siempre hacerlo con optimismo.
Todos disponemos de una enorme sabiduría interior, así como tiempo y objetividad para sacar a relucir esa riqueza que nos permita ayudarnos y poder
ayudar a los demás.

LOS ARCANOS

Cuando se habla de estos extraños naipes siempre surge una expresión para
muchos desconocida. Me refiero al vocablo Arcano. En efecto, cada una de las
cartas recibe este nombre, dividiéndose en Arcanos Mayores y Arcanos Menores. ¿Qué es un Arcano? Etimológicamente se relaciona precisamente con lo misterioso, lo incógnito, lo secreto. Ese carácter encubierto es el que impregna los naipes del Tarot y corresponde únicamente a los iniciados desentrañar sus respuestas, interpretar su simbología, extraer las conclusiones acertadas a cada consulta que se formule.
Los arcanos mayores muestran las virtudes y defectos del hombre terrenal, que deben ser superados para la evolución hacia el hombre espiritual.
Los arcanos menores por su parte representan al hombre que vive en la tierra
tratando de seguir su destino.

TAROT Y FILOSOFÍA

Pero, se preguntaran muchos ¿es posible que unos naipes puedan albergar conceptos filosóficos? La respuesta a esta pregunta es: sí. No todo se halla sistematizado en copiosa bibliografía. Muchas de las indagaciones del genio humano responden única y exclusivamente a imágenes. Algo de ello perdura
todavía, por ejemplo, en las extrañas grafías con que se simbolizan múltiples conceptos. Como caso particular se puede hacer referencia al número ocho acostado (∞), que es símbolo del infinito, y del mismo modo al conjunto de signos con que habitualmente, sin advertirlo tal vez, indicamos en la actualidad expresiones definitorias tales como más (+), menos (-), por (x), interrogación (¿?), tanto por ciento (%) y muchos más. Estos son restos de una sabiduría de siglos, simplificada, no a través de ideogramas sino de caracteres específicos. Algo similar ocurre con las cartas del Tarot que, en sí mismas, ocultan también significados filosóficos, religiosos, orientadores y demás.
No es posible el estudio de la Filosofía Oculta sin instrucción sobre simbolismo, puesto que si las palabras “ocultismo” y “simbolismo” son correctamente usadas, significan casi una y la misma cosa.
Simbolismo no puede ser entendido como el aprendizaje para construir puentes o hablar un idioma extranjero, y para la interpretación de los símbolos un tipo especial de mente se hace necesario; para alcanzar este conocimiento son requeridos facultades especiales, el poder del pensamiento creativo y una imaginación desarrollada (además de una gran intuición). Uno puede entender el uso del simbolismo en las artes, en el conocimiento, en una forma general, cual es el significado oculto por el simbolismo. Pero igualmente es necesario un entrenamiento de la mente, en orden a comprender el “lenguaje de los Iniciados”, y a expresar en este lenguaje las intuiciones que surgen.
Hay muchos métodos para el desarrollo del “sentido de los símbolos” en aquellos quienes se esfuerzan para entender las fuerzas ocultas de la Naturaleza y del Hombre, y para enseñar los principios fundamentales, así también como los elementos del lenguaje esotérico, pero el más sintético y uno de los más interesantes de estos métodos es el Tarot.
 En orden a llegar a ser un instruido en el Tarot, es necesario entender las ideas básicas de la Cábala y de la Alquimia, puesto que éstas representan, como de hecho muchos comentaristas del Tarot piensan, un resumen de las Ciencias Herméticas: la Cábala, Alquimia, Astrología, Magia, con sus diferentes visiones. Todas estas ciencias, atribuidas a Hermes Trimegisto, verdaderamente representan un sistema de una muy amplia y profunda investigación psicológica de la naturaleza del hombre y su relación con el mundo nouménico (Dios, el mundo del Espíritu) y el mundo fenoménico (el mundo visible, físico). Las letras del alfabeto hebreo y varias alegorías de la Cábala, los nombres de los metales, los ácidos y las sales en la alquimia; de los planetas y constelaciones en la astrología, de los espíritus buenos y malos en magia, todos estos fueron solamente medios para “velar” la verdad al No-Iniciado. Las variantes de expresión, aun cuando aparentemente contradictorias, deben llevar a una aprehensión intuitiva del símbolo mediante una sublimación y transcendentalización de lo intelectual. Todos estos símbolos de los Triunfos existen fundamentalmente en una esfera que está más allá y por encima de la razón. El estudio de estas cartas tiene como meta más importante el disciplinar a la mente para que piense clara y coherentemente de esta forma exaltada.

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